lunes, 10 de noviembre de 2008

DE PROFESIÓN, CRONISTA

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Los cronistas, que se encargaban en la Edad Media de recoger de forma escrita las principales hazañas (normalmente batallas y conquistas) de los monarcas españoles, datan del siglo XV; una peculiar "profesión" que se mantiene en algunas localidades y ciudades del territorio nacional a base de dedicación. Muchos de ellos, unos doscientos cincuenta, forman parte de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO).
La figura del cronista, que parece obsoleta y decimonónica, sigue existiendo hoy pero sus funciones han variado con el tiempo. Es un poco como el notario de los acontecimientos, de los hechos relevantes, tanto pasados como presentes, de los municipios; y de alguna manera el estudioso de la localidad, el “entendido” en diversas materias al que consultar temas de forma oficiosa.
Es “oficial” porque al cronista tiene que nombrarlo una corporación municipal. Es un cargo vitalicio y honorífico. En los pueblos pequeños es el que asesora a la corporación en materia de heráldica, calles, edificios históricos, patrimonio, etc. Un cronista podría hacer poco pero “nunca” va a ser una carga para el municipio porque no cobra nada; es un cargo totalmente gratuito y todos tratan de favorecer a su localidad. No hay que cumplir ningún requisito para ser cronista oficial ya que está sujeto al criterio de la corporación, que saben quién es y conocen su trayectoria. Normalmente suele ser una persona relevante que haya destacado en alguna faceta.
Hoy el cronista tiene que modernizarse mucho. El único pago que recibe es la satisfacción personal y el reconocimiento a su trabajo. Hay que sensibilizar a los alcaldes de la necesidad de esta figura, porque hay muchos municipios con importante identidad histórica que no tienen Cronista Oficial y ciertamente lo necesitan. El cronista ha aportado mucho a la historia pasada y a la presente. No debemos olvidar que la gran historia de España está formada de pequeñas historias locales y a esas se dedica el cronista. Debemos cambiar esa imagen para que no se le relacione con el antiguo régimen; el cronista es una mezcla de periodista, historiador e investigador muy vinculado al mundo actual, a la cultura y a la historia.